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Cuando empiezas en el mundo de la inversión, te das cuenta de que tienes más opciones que comprar acciones de Inditex o Santander. Hay activos mucho más diversificados, por ejemplo los ETFs o fondos indexados. Te contamos qué son y qué ventajas tienen.
Si es tu primera vez por aquí puede que no sepas esto, pero invertir es mucho más que tener acciones de Telefónica. De hecho, la estrategia más rentable es comprar participaciones de fondos y no de empresas específicas. Espera, que te explicamos.
Cuando decides invertir en acciones de una sola empresa, estás exponiendo todo tu capital al rendimiento de esa empresa. Esto implica que, si la compañía no llega a los objetivos o pierde la confianza de los inversores, tu acción se devalúa, y por tanto, pierdes dinero. Estás poniendo todos los huevos en la misma cesta, como suele decirse.
Por supuesto, la gran mayoría no invierte así, sino que lo hace a través de fondos. Estos fondos son activos que agrupan muchas acciones de diferentes empresas o sectores, de forma que puedes comprar una acción que estará repartida en muchas otras acciones. El mecanismo sería como si agrupasen la cotización de distintas empresas en un mismo fondo, y tú después compraras una acción de ese fondo. De esta forma, aunque sigas comprando participaciones, no pones todos tus huevos en una cesta, sino que estarán repartidos. Los ETFs y los fondos indexados son activos que te permiten invertir de esta manera y dividir los huevos. Vamos a verlos.
Un ETF (del inglés Exchange Traded Funds) es lo que se conoce como un fondo cotizado en bolsa. Este producto financiero replica la evolución de un grupo de activos, como índices bursátiles, sectores económicos, materias primas o incluso una combinación de estos.
Su principal característica es que se negocia en la bolsa de valores como si fuese una acción, permitiendo a los inversores comprar y vender participaciones durante el horario de mercado.
Por otro lado, un fondo indexado es un tipo de fondo de inversión. Está diseñado para replicar el rendimiento de un índice de referencia específico, como el S&P 500 (las 500 empresas más grandes de EEUU), el IBEX 35 (las 35 empresas más grandes de España) o el MSCI World (un conglomerado de las mejores empresas del mundo).
A diferencia de los fondos de gestión activa, en los que gestores buscan superar el rendimiento del mercado seleccionando activos, los fondos indexados adoptan una estrategia de gestión pasiva, limitándose a seguir el comportamiento del índice al que están vinculados.
Es posible que hayas llegado a la conclusión de los ETFs y los fondos indexados son prácticamente lo mismo, y lo cierto es que no estás muy confundido. En términos generales, un ETF y un fondo indexado pueden ser iguales, ya que ambos replican índices bursátiles en lugar de representar una sola compañía. Pero hay ciertas diferencias que es imprescindible que conozcas.
Aunque ambos productos cubren multitud de mercados, es cierto que los ETFs ofrecen una mayor variedad de opciones en comparación con los fondos indexados. Además de replicar índices bursátiles, los ETFs pueden estar diseñados para seguir sectores específicos, materias primas, mercados internacionales, o incluso estrategias más complejas como la inversión temática o apalancada.
Por otro lado, los fondos indexados suelen centrarse en replicar índices generales y son menos variados en cuanto a opciones disponibles.
Esto, para inversores corrientes, no debería ser algo decisivo, pero si buscas invertir en sectores más específicos o desconocidos, puede que solo tengas la opción de hacerlo a través de un ETF.
En España, los fondos indexados tienen una ventaja fiscal importantísima sobre los ETFs, ya que se permite realizar traspasos entre diferentes fondos sin necesidad de tributar por las plusvalías generadas en el momento del cambio. Esto significa que puedes mover tu inversión de un fondo a otro sin pagar impuestos hasta que decidas rescatar el dinero. En ese momento, pagarás el IRPF correspondiente sobre la ganancia total.
En cambio, los ETFs no ofrecen esta flexibilidad fiscal. Si quieres cambiar de ETF, estás obligado a vender tus participaciones, lo que implica tributar por las plusvalías obtenidas en la venta antes de poder reinvertir en otro ETF.
Esta diferencia hace que los fondos indexados sean especialmente atractivos para inversores que buscan inversiones a largo plazo, ya que podrás traspasar tu dinero de un fondo a otro con más rentabilidad siempre.
Otra de las diferencias entre los fondos indexados y los ETFs es la forma en que se compran y venden. Los ETFs se negocian en bolsa durante el horario del mercado, lo que significa que puedes comprarlos o venderlos en cualquier momento del día al precio actual, por lo que son productos de gran liquidez.
Por otro lado, los fondos indexados no se negocian en bolsa; las transacciones se realizan directamente con la gestora del fondo y se liquidan (venden) al precio del valor liquidativo (NAV), calculado al cierre del mercado. Es decir, para vender tu participación en un fondo indexado, tendrás que dar la orden de venta a tu gestor y no sabrás con exactitud el precio de la venta. Puede incluso que la orden tarde en ejecutarse uno o dos días. Esto sin duda limita la flexibilidad a los inversores que necesiten acceder a su dinero rápidamente.
En términos de costes, ambos son opciones económicas. Mientras que los ETFs suelen tener comisiones de gestión más bajas que los fondos indexados, pueden implicar costes adicionales como comisiones por compraventa y spreads de precios al operar en el mercado.
Por otro lado, los fondos indexados pueden tener costes iniciales más elevados y, en algunos casos, requieren un capital mínimo de inversión, pero no suelen aplicar comisiones de éxito en la compraventa.
Aspecto | ETF | Fondo indexado |
Diversidad | Mayor variedad de opciones. | Más enfocado en índices generales. |
Fiscalidad | No tienes opción de traspasar el dinero: para cambiar tienes que vender, tributar y volver a comprar. | Permite traspasos entre fondos sin pagar impuestos hasta la venta. |
Liquidez | Alta liquidez: se negocia en bolsa y se pueden comprar y vender durante el horario del mercado. | Menor liquidez: las transacciones se realizan al cierre del mercado con el valor liquidativo (NAV). |
Costes | Comisiones de gestión más bajas, pero pueden implicar costes adicionales como spreads y comisiones por compraventa. | Costes iniciales más elevados y, en algunos casos, un capital mínimo requerido. |
Para sorpresa de nadie, la respuesta es depende. Si lo que buscas es una estrategia a largo plazo, es más recomendable que inviertas en fondos indexados. La razón es que, con mucha probabilidad, querrás cambiar tu estrategia de un fondo a otro, dependiendo de la coyuntura económica del momento. De esta forma, tu dinero no tributa.
Si lo que buscas es una inversión más agresiva, quizá en mercados menos comunes o en activos más nuevos, lo tuyo son los ETFs. Estos productos son más variados y perfectos para una exposición temporal.
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Si has vendido tus participaciones de un ETF o un fondo indexado y has tenido una ganancia, tienes que pagar IRPF. Si el banco o broker con el que operas tiene sede fiscal en España (como Renta4 o MyInvestor) no tienes que hacer nada: ellos mismos te descontarán los impuestos correspondientes y te llegará el dinero descontando los impuestos.
Sin embargo, si operas con una entidad que no tiene sede fiscal en España, será tu obligación incluir los beneficios en la declaración de la renta del año siguiente. Para hacerlo, accede a Renta Web, entra en la renta del año correspondiente e identifícate. Selecciona Rendimientos del capital mobiliario y modifica la casilla 027.
Añade la cantidad de dinero que has ganado con tus ETF o fondos en la casilla Ingresos íntegros y deja las otras dos casillas vacías. Como los ingresos que has tenido durante el año han sido brutos (no te han descontado los impuestos) la casilla de retención debe quedar vacía. Al no tener tampoco ningún gasto deducible, tampoco deberías añadir nada en esa casilla.
Haciendo esto tu borrador se actualizará, añadiendo tus ingresos y los impuestos correspondientes.
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