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Si eres de los que nunca se acuerdan de un cumpleaños o de qué día tenías la cita en el médico, seguramente también seas de los que no se acuerda de los plazos para pagar los impuestos. Coge la agenda o anótalo en el Calendar porque vamos a ver cuándo se paga el Impuesto de Sociedades en España.
El impuesto sobre sociedades es el modelo que utilizan las empresas en España para pagar impuestos por sus beneficios. Se presenta una vez al año a través del modelo 200, y trimestralmente con el modelo 202.
El impuesto sobre sociedades tiene un tipo impositivo general del 25%, aunque también hay reducciones como el tipo especial para pymes del 23% o el reducido del 15% para empresas de nueva creación.
Si quieres conocer con todo lujo de detalles qué es el Impuesto de Sociedades, tenemos una guía dónde podrás hacerte un experto en el tema.
Quienes sí son unos expertos en todo esto son los asesores fiscales de TaxScouts. No se les escapa ni una, y menos cuando se trata de presentar tus impuestos.
Para saber cuándo una sociedad tiene que presentar este impuesto, es necesario saber la fecha en que la empresa hará el cierre del ejercicio fiscal. Este cierre viene determinado en los estatutos de la empresa, y puede llevar a dos supuestos:
Por otro lado, hay que recordar que el Impuesto de Sociedades se paga fraccionadamente a lo largo del año, y estas liquidaciones se restará al terminar el ejercicio fiscal en el Impuesto de Sociedades. Estos pagos se hacen a través del modelo 202, y se presenta entre el 1 y el 20 de los meses de abril, octubre y diciembre.
Para todos aquellos que se queden dormidos y olviden presentar el Impuesto de Sociedades de su empresa, hay consecuencias por presentarlo más tarde, y no hablamos solo de sanciones económicas. La Agencia Tributaria sanciona también con otras restricciones para aquellos a los que no les sonó la alarma:
Uno de los pasos para calcular tu cuota íntegra a pagar en el Impuesto de Sociedades es compensar las bases imponibles negativas de ejercicios anteriores.
¿Qué significa eso? Pues que si tuviste un año de pérdidas, podrías restarlo del dinero que pagarás en impuestos. Eso sí, esta compensación solo la puedes hacer dentro de los plazos que vimos más arriba para presentar el impuesto.
Bien, pues no presentar el Impuesto de Sociedades puede suponer la pérdida de esta ventaja, lo que implicaría no poder compensar tus resultados empresariales negativos y también pagar más impuestos.
Que la Agencia Tributaria llame a tu timbre (casi) nunca es buena señal. La gravedad del asunto dependerá, precisamente, de eso. Si te das cuenta del error por tu propia cuenta y presentas la declaración fuera de plazo, pero sin que Hacienda te envíe un requerimiento, tendrás que afrontar unos recargos por declaración extemporánea, más unos intereses de demora si el resultado era a pagar.
Los recargos por presentar el impuesto fuera de plazo son los siguientes:
Pero esto no acaba aquí. Si, finalmente, Hacienda tiene que llamar a tu puerta y te envían un requerimiento por falta de presentación del Impuesto de Sociedades, tendrás que afrontar las consecuencias: si el resultado era a pagar, tendrás que pagar una sanción de entre el 50 y el 150% del resultado de la declaración.
Pese a que no hayas beneficios o cuando tu resultado sea cero o a devolver, sigues obligado a presentar el Impuesto de Sociedades. No hacerlo en estos casos conlleva una multa de 100€ por parte de la Agencia Tributaria. Es decir, que retrasarse un solo día en una declaración a devolver o con resultado a cero al final supone tener que pagar.
Fácil: pagarlo. Presenta el modelo 200 cuanto antes. Las consecuencias son menos graves si te das cuenta por ti mismo y Hacienda no te hace el requerimiento. En ningún caso te podrás librar de los recargos por presentar la declaración fuera de plazo que hemos visto más arriba, y cuantos más meses pasen, mayor es el recargo.
¿Para qué vivir con el miedo de olvidarte de presentar algún modelo, cuando puedes vivir tranquilamente con el asesoramiento de un experto fiscal de TaxScouts? A nosotros no se nos olvida una fecha: ni cuándo presentar tus impuestos, ni cuándo es tu cumpleaños.
Te libramos de (casi) todo el marrón fiscal. Te asignamos un asesor personal que te aconsejará con tu empresa.
Déjanos tu contacto y te mandaremos noticias, recordatorios o algún consejo sobre el tema que más te interese. No te asustes, solo lo haremos de vez en cuando.
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