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El mundo de las inversiones puede ser complicado, nunca sabes con seguridad si vas a ganar o perder. Lo único seguro es que el conocimiento es poder. Por eso, cuanto más informado estés, menos posibilidades tienes de perder tu dinero. Te contamos los detalles de cómo puedes invertir en una startup o empresa emergente.
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Antes de empezar a invertir en una startup tenemos que tener claro qué es. Las startups son empresas de nueva creación caracterizadas por un modelo de negocio estable y el uso de nuevas tecnologías.
Son negocios con un gran potencial de crecimiento que parten de una idea innovadora. Al principio, las empresas emergentes no cuentan con fuertes inversiones financieras. Por eso, es fundamental que demuestren que su idea es rentable para atraer inversores.
Además, las startups asumen un mayor riesgo. Hablamos de empresas que se encuentran en una etapa temprana de su vida y cuentan con recursos limitados, por lo que no se puede saber su viabilidad a largo plazo.
La Ley de fomento del ecosistema de las empresas emergentes, más conocida como Ley de Startups establece los requisitos que debe cumplir una empresa para entrar en esta categoría:
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Invertir en una startup tiene su parte buena y su parte mala. Son empresas con gran potencial de crecimiento pero muchas no alcanzan el éxito. Esto significa que invertir en ellas tiene sus riesgos:
Ahora que ya has pasado el mal trago de conocer las desventajas, vamos con la parte buena:
En general, cualquier persona que tenga la capacidad económica puede invertir en una startup. Aunque en algunos casos puede exigirse una cantidad mínima. Veamos quiénes pueden invertir y las formas de financiar una empresa emergente:
Por último pero no menos importante, la familia y los amigos pueden ser una opción. Esta situación se suele dar en especial en las etapas más tempranas de la startup. Rodéate de gente que confíe en ti y es posible que te den una ayuda para cubrir las necesidades básicas.
Si decides invertir en una startup, además de tener la posibilidad de ganar un dinerillo, también puedes obtener beneficios fiscales. Según la Ley de Startups, podrás deducir hasta un 50% de lo que hayas invertido por adquirir acciones o participaciones en empresas de nueva o reciente creación.
La base máxima de la deducción es de 100.000€ anuales. Sin embargo, si ya te has beneficiado de una deducción autonómica por la inversión en empresas ya no podrás aplicarte la estatal.
Para conseguir esta rebaja en tus impuestos tienes que cumplir con los siguientes requisitos:
Si quieres aplicarte esta deducción necesitarás una certificación de la empresa en la que has invertido que confirme que se cumplen todos los requisitos.
La empresa tiene que presentar el modelo 165 para que puedas beneficiarte de la deducción. Es una declaración informativa que identifica a los socios.
Es posible que te estés preguntando cómo se pueden declarar las ganancias o pérdidas generadas por la adquisición de acciones en una empresa. Bien, para que una entidad tenga la categoría de empresa emergente recordemos que no puede cotizar en bolsa ni distribuir dividendos, por lo que no podrás adquirir ganancias o pérdidas de estas formas.
Dicho eso, si tienes en tu poder acciones de una startup puedes decidir venderlas y así deberás reflejarlo en tu Declaración de la Renta. En concreto, en las casillas 1624 y 1631 – 1654 Ganancias y pérdidas patrimoniales derivadas de transmisiones de otros elementos patrimoniales. Tendrás que introducir tanto el dinero que has ganado o perdido con la venta de acciones como lo que pagaste por ellas.
Si has obtenido beneficios de la venta de acciones, tributarán de la siguiente forma:
Por otro lado, si no has tenido suerte y has generado pérdidas no tienes que pagar impuestos puesto que no has obtenido ninguna ganancia. Esto no quita que sí tengas que incluirlo en la declaración, ya que la normativa fiscal permite compensar las pérdidas con las ganancias hasta un máximo de 4 años.
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