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Llevar tus facturas con orden es fundamental para mantener el control de tus finanzas y que la contabilidad de tu negocio esté siempre al día. Con todos los cambios que ha traído el reglamento de facturación electrónica es posible que te haya surgido la pregunta: ¿Cuánto tiempo hay que guardar las facturas? ¡Sigue leyendo que te resolvemos la duda!
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Vamos al grano. El plazo que se deben conservar las facturas es el previsto en la Ley 58/2003 de 17 de diciembre, es decir, 4 años.
Sin embargo, esta ley también menciona que el tiempo obligatorio para guardar tus facturas y otros documentos puede estar determinado por otras normativas. O sea, el plazo general es de 4 años, pero podría ser más largo si así lo impone otra ley.
Por ejemplo, la normativa mercantil establece que los empresarios deben conservar los libros, correspondencia, documentación y justificantes relacionados con su negocio durante 6 años.
Otro caso en el que el período es superior al general es para las operaciones vinculadas al oro de inversión. Tanto si eres autónomo como empresario debes conservar estas facturas por un período de 5 años.
Así que dependiendo de la naturaleza de la operación o la legislación aplicable, el tiempo que tienes que guardar tus facturas puede ser uno u otro, siendo el mínimo de 4 años.
Si quieres curarte en salud nuestros asesores pueden ayudarte a llevar al día tus facturas y conocer las situaciones en las que tienes que conservarlas más tiempo.
Es fundamental guardar todas las facturas para que puedas llevar la contabilidad de tu negocio de forma correcta. Debes conservar todos los documentos y justificantes relacionados con tus obligaciones tributarias:
Ahora que ya sabes cuánto tiempo tienes que guardar las facturas también tienes que conocer cómo guardarlas.
En cuanto al formato no se indica uno específico, lo que sí que se señala es que, independientemente del que elijas, tienes que garantizar su accesibilidad y legibilidad. Cualquier modificación que se realice también debe quedar reflejada en el registro.
Todas estas medidas tienen el objetivo de conservar los datos originales y así evitar fraudes.
Cuidadito, no conservar las facturas es una infracción tributaria grave. La multa por no guardar tus facturas es del 2% del valor total de las operaciones que hayan causado la infracción.
Si no se conoce el importe, la multa será de 300€ por cada operación de la que no se haya conservado la factura correspondiente.
La facturación electrónica está ganando terreno frente al formato tradicional en papel. En los últimos años las normativas fiscales están promoviendo su uso obligatorio en muchos sectores.
Pongamos un poco de contexto. La factura electrónica obligatoria es una de las medidas que se aprobó en 2022 con la Ley Crea y Crece. El objetivo es digitalizar las relaciones empresariales y reducir costes de transacción.
Además, se busca garantizar la transparencia en las operaciones. Para conseguir esta meta, Hacienda ha desarrollado más medidas como VeriFactu, un sistema que permite verificar tus facturas electrónicas.
Esta medida afecta a empresas y autónomos que vendan productos o servicios a otras empresas o profesionales. Es lo que se conoce como relaciones business to business o B2B. Pero ojo, para las operaciones internacionales y profesionales que tienen una relación comercial con el cliente final (B2C), esta obligación no es aplicable.
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