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Para empezar, si no sabes de qué va el tema, te recomendamos que leas nuestra guía de gastos deducibles de autónomos. Te puede ser útil para entender qué son los gastos fiscalmente deducibles y qué tienen que ver con los impuestos de autónomos (con el IVA y el IRPF).
Los autónomos necesitan productos y servicios para poder hacer su trabajo, al igual que cualquier empleado de una empresa. Por ejemplo, un diseñador gráfico que trabaja en una agencia de publicidad tiene acceso a programas de fotografía e ilustración, además de contar con un buen ordenador. Entonces, un diseñador gráfico que trabaja por su cuenta (como autónomo) también tiene derecho a estas herramientas de trabajo sin cargar con el coste total porque, al final, ambos contribuyen a mejorar la economía del país con su actividad. Por este motivo, existen el IVA deducible de autónomos (el IVA que los autónomos no pagan y se resta al IVA repercutido) y los gastos deducibles en el IRPF. Estos gastos deducibles en el IRPF son los que el autónomo puede restar al total de su renta anual para que el porcentaje de impuesto se calcule sobre una cifra menor y, así, tener que pagar menos impuestos (IRPF).
¿La única diferencia? Que cuando el diseñador gráfico empleado deja su trabajo en la agencia de publicidad, no se lleva el ordenador consigo y pierde acceso a los programas de edición. Si el diseñador gráfico autónomo deja de trabajar por su cuenta, se quedará con el ordenador aunque ya se haya deducido todo su coste a través de las declaraciones de impuestos.
Si eres autónomo, querer deducir tanto IVA y gastos como puedas es tentador, pero hay gastos no deducibles. ¡Cuidadito! Deducirte cantidades de dinero que son, realmente, gastos no deducibles puede conllevar sanciones y multas de Hacienda.
Según la ley, los gastos que no se pueden deducir son aquellos que no están estrictamente relacionados con la actividad profesional del autónomo. Dicho de otro modo, un autónomo podrá deducir todos aquellos gastos que realmente tengan que ver con su trabajo. Aquí entran pagos por productos y servicios que el autónomo utiliza en su día a día, mientras trabaja. Por ejemplo, un carpintero podría comprar un martillo, una estantería para su almacén o un ordenador para hacer facturas, y todos estos serían gastos deducibles tanto en IVA como en IRPF. El mismo carpintero tendría como gasto no deducible un horno eléctrico o unos pantalones de deporte, porque se considera que no necesita estos objetos para trabajar (es bastante obvio).
O sea, repetimos a modo de resumen: para que un gasto sea deducible tiene que estar relacionado con el trabajo del autónomo.
Después de leer esta lista, queda más o menos claro por qué hay gastos no deducibles para los autónomos, ¿no? Es evidente que el autónomo tiene que alimentarse para seguir vivo y poder trabajar, pero también así lo tiene que hacer cualquier empleado, y ni la empresa ni el Estado le pagan por ello. Y del mismo modo que el diseñador gráfico de una agencia de publicidad tiene que desplazarse a su oficina, el autónomo tiene que desplazarse a la suya. En ambos casos corresponde a la persona en sí (no a la empresa ni al Estado) hacerse cargo de este gasto.
Si después de leer el apartado anterior estás pensando en por qué no podrías deducir los costes de transporte, ¡alto! Siempre que el autónomo pueda demostrar que el gasto está relacionado con su trabajo, no tendrá ningún problema. Es decir, si alguien hace reparaciones a domicilio, por ejemplo, necesita el vehículo para poder trabajar, por lo que sí podría deducirse el coste y los impuestos del mismo. Ahora bien, si también usa ese vehículo para desplazamientos personales que no tienen nada que ver con su trabajo, el gasto deducible será proporcional a la cantidad de tiempo o kilómetros que el autónomo esté usando ese vehículo para trabajar. Lo mismo ocurre con las comidas en restaurantes, viajes y ocio. Si la finalidad de éstos está relacionada con el trabajo, se podrán deducir (pero habrá que poder demostrarlo). Así pues, lo importante es que el autónomo pueda demostrar, ante una inspección aleatoria de Hacienda, que esos gastos se han declarado correctamente y que realmente tienen que ver y son necesarios para el trabajo.
¡TAmbién te contamos qué gastos son deducibles y cuáles no para los transportistas autónomos!
Hay otras excepciones para los gastos que hemos comentado en el apartado anterior. Si estos gastos tienen que ver con la compra de materias primas para crear, construir o producir bienes con finalidades industriales, comerciales, agrarias, clínicas o científicas sí se podrán deducir. Por ejemplo, si un joyero artesano compra oro para hacer unos pendientes, podrá deducir la compra de material aunque se trate de un mineral precioso.
Dependiendo del contexto, quizá puedas deducir gastos de autónomos que se han mencionado como gastos no deducibles en el apartado anterior. Si cuentas con un gestor personal para autónomos, podrás beneficiarte de todas las deducciones posibles. Al registrarte con TaxScouts, tu asesor fiscal personal te ayudará con este y otros trámites de autónomos, todo por Internet.
¿Cómo puedes saber si algo es un gasto deducible o un gasto no deducible? Un truquito es responder a esta pregunta: ¿a un empleado de una empresa que se dedica a lo mismo que tú, la empresa le pagaría aquello que tu te quieres deducir? Y la respuesta es bastante lógica, la verdad. Si eres podólogo y una empresa nunca te pagaría la entrada a un festival de arte (porque no tiene nada que ver con tu trabajo), ¿por qué tendría que pagártela Hacienda? Este truquito funciona en general, ¡eh! Luego hay excepciones, ya lo hemos visto.
Algunos de los gastos que tienen los autónomos son deducibles para que trabajar por cuenta propia sea justo y rentable. Igual que si se trabajara para una empresa, que cubre este tipo de gastos para sus trabajadores. Pues por el mismo motivo, existen gastos no deducibles de autónomos. Si los autónomos pudieran evitar pagar el IVA de todo lo que consumen y deducir todo lo que compran de su renta anual, aunque no estuviera relacionado con su actividad profesional, el Estado perdería mucho dinero. Además, habría una discriminación positiva en relación a los trabajadores por cuenta ajena. En este caso, nadie querría trabajar para una empresa porque ser autónomo tendría muchos más beneficios fiscales.
Cualquiera que esté pensando en hacerse autónomo se puede plantear qué gastos tendrá y cuáles podrá deducir. Este artículo, junto con nuestra guía sobre cómo calcular el sueldo neto de autónomo, te puede dar una idea sobre cuántos ingresos tendrás. Si necesitas ayuda con otros trámites de autónomo o los requisitos para trabajar por tu cuenta, aquí estamos. Un gestor personal de nuestro equipo se encarga online y por un precio fijo al mes. ¡Rápido, sin letra pequeña y sin cargos ocultos!
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