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La verdad es que hay bastante incertidumbre con el tema de Hacienda y las criptomonedas. Y no es para menos. Estos activos se incluyeron en la renta por primera vez y de forma oficial, y fue ahí cuando nos enteramos cómo se declaran las criptomonedas en la renta. Hasta ese momento, no estaba muy claro dónde se metían las criptos.
A estas alturas y como gestoría fiscal, somos unos expertos en declarar criptomonedas. Y por eso te lo contamos en esta guía. Eso sí, antes de empezar. En esta guía hablaremos de conceptos como base general y base del ahorro que sería mejor que conocieras antes de continuar. Si necesitas revisar estos términos u otros relevantes en la renta, mejor consulta antes nuestra guía de conceptos básicos para la renta 🙂.
Un apunte importante: Hacienda ha limitado las compensaciones por pérdidas de criptomonedas, igualándolas con las acciones. De esta forma, si has vendido una criptomoneda con la que has tenido una pérdida (el precio de venta ha sido menor al de compra), para incluir esa pérdida patrimonial en el IRPF no podrás comprar ese activo de nuevo en los siguientes dos meses. Te lo explicamos más a fondo en la sección correspondiente.
¡Primero selecciona una opción!
Lo primero que tienes que saber es que existe una casilla específica de criptomonedas en el IRPF: la casilla 1800. En esta casilla, podrás incluir la ganancia o pérdida patrimonial que has tenido con la venta de la criptomoneda, así como el activo que has adquirido con ella (euros, otras criptos, otros activos…).
Las opciones que ofrece el mundo de las criptomonedas son muchas, y por eso también existen diferentes formas de operar con ellas y diferentes formas de tributar por las criptomonedas.
La diferencia principal para Hacienda es que unos ingresos de criptos tributan en la base del ahorro y otros en la base general, y cada una tiene porcentajes diferentes de IRPF. Todo dependiendo de lo que hagas con tus criptos, como ya hemos dicho. Vamos uno por uno.
Sí, has leído bien. Vender. No comprar. No se pagan impuestos por comprar criptomonedas, solo se paga cuando las vendes y con ello tienes una ganancia o una pérdida. Igualito que con las acciones. Para que lo entiendas perfectamente, todo esto se regula con la base del ahorro del IRPF, que es la parte de la declaración de la renta en la que pagas impuestos por tu patrimonio: por haber vendido una vivienda, un local, unas participaciones…
Pues lo mismo con las criptomonedas. Si vendes una criptomoneda, se considera que tienes una ganancia o una pérdida de patrimonio, y por ello te corresponde pagar en la declaración de la renta. Lo vemos con un ejemplo:
Paco compró un Digicoin en marzo por 5€. En ese momento (y aunque el Digicoin vaya variando de precio), Paco no tuvo que pagar impuestos, porque aún no había tenido ninguna ganancia o pérdida con la criptomoneda. Sin embargo, en diciembre del mismo año, Paco vendió su criptomoneda por 100€. Con esa operación tuvo una ganancia patrimonial, y tendrá que tributar en la declaración por ello. La cantidad que le tocará pagar a Hacienda por criptomonedas es de su ganancia, o sea, 95€ (valor de venta menos valor de compra).
Por supuesto, al igual que se declaran las ganancias de criptomonedas en el IRPF, en el caso de tener una pérdida, habría que incluirla (porque las pérdidas de criptomonedas se declaran también). Así, lo que se hace es compensar otras ganancias patrimoniales que hayas tenido, haciendo que pagues menos impuestos en total (y por cierto, esta compensación se extiende hasta los próximos cuatro años, o sea, que durante las siguientes cuatro declaraciones, puedes ir restando tus pérdidas a tus ganancias para reducir impuestos).
Lo más lioso de esto es que cada operación de venta de criptomonedas debe ir en una casilla de la declaración de la renta. O sea, que si has vendido criptomonedas 35 veces, tendrás que incluir 35 casillas. Si eres un trader profesional y compras y vendes criptomonedas constantemente, esto puedes imaginar que se complica. Así que en esos casos (cuando hay más de 48 operaciones) lo que se hace es incluir las ventas agrupadas por criptomonedas.
A cambiar una cripto por otra también se le llama permuta de criptomonedas. Esto significa que tienes una criptomoneda (Digicoin, por ejemplo) y la cambias por otra (Cachopocoin). En realidad, lo que está pasando aquí (para Hacienda) es que vendes tu primera cripto (y consigues una ganancia o pérdida) y después vuelves a comprar otra diferente. Así que esta actividad tributa exactamente igual que una venta de criptomonedas en el IRPF. En un ejemplo:
Paco tiene un Digicoin que compró en marzo de 2021 por 5€, y lo cambia por un Cachopocoin en diciembre del mismo año por un valor de 100€. Aunque Paco no haya tenido un ingreso en su cuenta corriente, en realidad sí ha tenido una ganancia de 95€, así que tendrá que declarar el cambio de criptomonedas en el IRPF.
¿Sabías que, como con el dinero real, también hay préstamos de criptomonedas? Vale, no funciona exactamente como un banco al uso, pero existen opciones para prestar tus criptomonedas a los exchanges y ganar intereses por ello. Como con tu dinero del banco. A esto se le llama staking, aunque hay otras variantes como yielding o farming que funcionan igual. Estas actividades también tributan en la base del ahorro del IRPF, pero se consideran rendimientos de capital mobiliario, así que la casilla para declararlo es la 0027 (la de Intereses de cuentas y depósitos y de activos financieros en general). Aquí se meten intereses de cuentas bancarias, bonos, obligaciones… Capital mobiliario (así se le llama a estos productos) que generan rendimientos (ganancias).
En el IRPF, pagarás por todas las ganancias que hayas tenido de estas tres actividades (venta, cambio y staking de criptomonedas) según estos tramos:
La otra forma de tributar en el IRPF es con los tramos de la base general, que es en la que se clasifican los rendimientos de los contribuyente. Por ejemplo, tu sueldo, tus ganancias (si eres autónomo), los ingresos por tener un piso alquilado, etc. Todo lo que genera ingresos periódicos (rendimientos). Veamos ahora qué actividades con criptomonedas se clasifican aquí.
La minería consiste en, a través de equipos informáticos, generar potencia para validar procesos en blockchain. Los mineros de criptomonedas mantienen ordenadores encendidos para que se puedan realizar operaciones y a cambio, se les recompensa con criptomonedas.
Para Hacienda, el minado de criptomonedas se considera una actividad económica en el IRPF. Para que nos entendamos, Hacienda trata a los mineros como si fueran autónomos y a lo que ingresan por el minado de criptomonedas como si fueran ganancias de la actividad económica (de su trabajo como autónomos, vaya). Es decir, que la tributación por cobrar en criptomonedas es igual que la tributación de un autónomo. Hay dos formas de pagar impuestos: mediante la estimación directa simple o estimación directa normal. Estas estimaciones son formas que tienen los autónomos de pagar IRPF dependiendo de los ingresos que tengan. Lo vemos con un ejemplo, que siempre viene bien:
En agosto, Mariona decidió que se dedicaría a minar criptomonedas. Gracias a ello, Mariona, en diciembre había cobrado 30 Digicoins por la minería, lo que en euros corresponde a 15.000€. En su declaración de la renta , Mariona tendrá que incluir estos 15.000€ en el apartado de rendimientos de actividades económicas.
Vamos con la última forma de ganar dinero con las criptomonedas: el airdrop o regalo de criptos. Si algún exchange te regala criptomonedas, que sepas que tienes que pagar impuestos por esas criptos. Y puedes pensar, ¿por qué? Si no las he vendido y por tanto, no he tenido una ganancia patrimonial por la que tributar.
Bueno, en el caso de los premios y regalos, no funciona igual que en las compraventas. Como sucede con los premios de los concursos o la lotería, estas ganancias no se consideran parte del patrimonio, sino unos rendimientos, y por tanto, tributan en la base general y no en la del ahorro. En la declaración de la renta, estas criptos se añaden en la casilla 0304 (la de Otras GGPP imputables), y su valor será el precio de la criptomoneda en el mercado en el momento en que te la regalaron. Resumiendo, te dejamos un ejemplo para que entiendas cómo declarar estas criptomonedas:
A Pedrito le regalaron 2 Cachopocoins por participar en un concurso. En el día que se los regalaron, cada criptomoneda valía 300€, así que Pedrito ha tenido un premio equivalente a 600€. En la declaración del año siguiente, Pedrito tendrá que pagar impuestos por unos rendimientos de 600€. Aunque el Cachopocoin subiera de precio y ahora valga 500€. ¡Ojo! Que si el Cachopocoin ha bajado y ahora vale 100€ cada criptomonedas, Pedrito no podría declararlo como una pérdida, sino que seguiría pagando impuestos por los 600€ que tuvo de ganancia.
Eso sí, las criptomonedas siguen ahí, y aún se podrían vender o permutar. Si se vendieran o permutaran, la ganancia o pérdida sí que tributaría en la base del ahorro, igual que en el primer caso.
Al igual que la base del ahorro tenía sus propios tramos, la base general tiene los suyos. Así que, si has ganado dinero con las criptomonedas con alguna de las dos formas anteriores, los porcentajes de impuestos que te corresponde pagar son los siguientes:
Friendly reminder que, en el minado de criptomonedas, si tus ingresos brutos son menores de 1.000€ (y no tienes otros ingresos) no tienes que pagar nada 😃.
Ha habido rumores, la gente habla. ¿Hay que declarar las criptomonedas con el modelo 720? Bueno, hasta hace poco no estaba claro, pero ya sabemos con toda seguridad que no. En el modelo 720 no se declaran las criptomonedas. Si quieres saber qué es o para qué sirve entonces el modelo 720, aquí te lo contamos.
Hasta aquí podemos leer. Seguramente esto vaya evolucionando y tendremos que ir actualizándote con las últimas novedades sobre cómo declarar criptomonedas. Pero a día de hoy, esta es la guía más completa que una gestoría fiscal puede ofrecerte. ¿Tienes dudas? ¿Necesitas mejor un asesor fiscal online para particulares que resuelva tus cuestiones? ¿O mejor un gestor de la declaración de la renta que declare todas tus criptomonedas? Pues como gestoría online, aquí estamos 😏
Sí, sí, como lo lees. Un crack de los impuestos se encarga de todo para que no tengas que preocuparte. ¡Superfácil!
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