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Emprendedor/a, ha llegado tu momento. Lo tienes todo para que todo vaya genial. Ahora bien, no por ser una sociedad mercantil te vas a librar de pagar impuestos. Aquí empieza tu historia con el mundo de la tributación para empresas. Déjanos ser tu Celestina y hacer de este cuento algo mucho más llevadero con esta guía sobre qué impuestos pagan las empresas en España.
Antes de empezar, lo más básico: los impuestos son la forma que tiene el Estado de llenar su hucha de ahorros para invertir en sanidad, educación, etc. Las empresas también contribuyen en esta recaudación, y lo hacen a través de dos vías diferentes:
Es el ABC de los impuestos para empresas. El Impuesto de Sociedades lo pagan todas las empresas y se calcula en función de su resultado contable, aka: los beneficios que ha obtenido tu empresa ese año. Es el equivalente al IRPF para las personas físicas, pero para empresas.
En España, el Impuesto de Sociedades tiene un tipo impositivo general del 25% y se calcula sobre la cuota íntegra de la empresa. ¿Esto significa que si tu empresa ha obtenido 300.000 € de beneficios anuales pagarás 75.000 € de impuestos? NO. Hay muchos factores que entran en esta ecuación: el tipo reducido para empresas de nueva creación y empresas emergentes, las bonificaciones y todas las deducciones que te puedas aplicar.
Una de las características más divertidas de este impuesto es su autoliquidación periódica. ¿Qué significa eso y por qué suena tan raro? Se trata de pequeños anticipos que tú, como empresa, le haces a Hacienda. Del mismo modo que se hacen retenciones del IRPF en las nóminas de los trabajadores todos los meses, el Impuesto de Sociedades se liquida en pagos fraccionados a través del modelo 202. Y una vez termina el ejercicio, estos pagos se restan del impuesto total restante a través del modelo 200.
Una de las novedades en el Impuesto de Sociedades para este 2024 es la reducción del tipo general del 25% al 23% para las empresas con una base imponible anual por debajo de 1 millón de euros.
El Impuesto de Sociedades puede ser un quebradero de cabeza. ¿Llevas al día la contabilidad de tu empresa? ¿Sabes cuándo se paga? ¿Y los libros contables que estás obligado a presentar? Puedes empaparte de todo lo que necesitas saber con nuestras guías para empresas, o puedes dejarlo todo en manos de un asesor de empresas de TaxScouts. Te lo hacemos sencillo.
El IVA, aquel amigo fiel del consumidor de a pie. Todos los días vemos este impuesto en tickets y facturas. Ahora bien, ¿sabes qué es el IVA repercutido? Es el modelo de recaudación indirecta de la que hablábamos al principio, y las empresas lo tienen que añadir en el precio de sus productos o servicios para liquidarlo después con Hacienda.
¿Cómo declaro el IVA repercutido que le cobro a mis clientes?, te estarás preguntando. Fácil: a través del modelo 303, un modelo de autoliquidación trimestral donde tienes que informar tanto del IVA que has cobrado, como del que has pagado en los gastos de tu actividad; y a través del modelo 390, el resumen anual de todos los trimestrales.
Recuerda, esto no cambia:
Que el IVA sea común para todas las actividades no significa que sea igual para todo el mundo. De hecho, existen tres tipos de IVA:
Si antes decíamos que las empresas tributan a través del Impuesto de Sociedades, ¿qué pinta aquí el IRPF? Todo tiene un motivo: de la misma forma que lo hemos visto con el IVA, las empresas tienen que hacer retenciones del IRPF en las nóminas de sus trabajadores como método de recaudación indirecta. Es decir, se cobra de la nómina para transferírselo después a Hacienda. Solo actúan a modo de intermediario.
Estas retenciones se presentan a través del modelo 111, un trimestral en el que se informa de las retenciones en las diferentes nóminas o en las facturas de los profesionales contratados.
Tenemos respuestas. En TaxScouts te ponemos en contacto con un asesor empresarial que te ayudará en todo, desde la constitución hasta la declaración de tus impuestos de empresa y el cierre del año fiscal.
Tanto el IVA como el IRPF son considerados impuestos generales o estatales, y estos van derechos hacia la Agencia Tributaria. Sin embargo, también podemos diferenciar impuestos autonómicos, que van destinados a cada autonomía, e impuestos locales o municipales, los que van dirigidos al ayuntamiento de tu municipio.
El Impuesto de Sociedades, del que ya hemos hablado antes, tiene un tipo impositivo general del 25% en toda España. Sin embargo, el País Vasco tiene un tipo autonómico del 24% y la Comunidad de Navarra del 28%.
Por otro lado, hay algunos impuestos que se pagan directamente al ayuntamiento de tu municipio, y estos pueden variar según el municipio o la actividad que desarrolla tu empresa. Te dejamos con un listado de los impuestos municipales más comunes que tienen que pagar las empresas.
El IBI se paga por la posesión de bienes inmuebles: por la oficina desde donde trabajas, el local que utilizas como punto de venta e incluso por el coche de empresa. Se paga solo una vez al año y según tu municipio la tasa oscila entre el 0,4% y el 1,3%.
Buenas noticias en Madrid, donde esta tasa se ha reducido del 0,456% al 0,442%. Sin embargo, en Barcelona queda congelada en el 0,57% actual, mientras que el ayuntamiento de San Sebastián aprobó una subida del IBI del 150% para aquellas viviendas vacías.
Un ejemplo:
Si tienes un local comercial en Madrid con un valor catastral de 150.000 €, el IBI anual que tendrás que pagar por este bien es el siguiente:
El IAE es el impuesto que pagas por dedicarte a tu actividad económica, sea esta la que sea. Hagas lo que hagas, siempre tendrás que pagar este impuesto. Lo pagan todas las empresas. Bueno… a excepción de las empresas que ingresen menos de 1,000,000 € anuales, las empresas de nueva creación durante sus dos primeros ejercicios, y tampoco lo pagan las fundaciones y entidades sin ánimo de lucro. ¡Eh!, pero todas las demás sin excepciones.
Si tienes un restaurante y quieres hacer reformas en la cocina, si tienes un local de oficinas y quieres ampliar la zona de descanso, si tienes una tienda de ropa y quieres cambiar la zona de probadores para darle un toque más “chic”… El ICIO es un impuesto destinado al ayuntamiento de la localidad de tu empresa. Se paga siempre que hagas obras en el inmueble, ya sea una nueva construcción o una reforma.
Este impuesto se calcula sobre el coste real de la obra y oscila entre el 4 y el 5% del coste total, según el municipio.
Más comúnmente conocido como Impuesto de Circulación, el IVTM se paga por todos los vehículos que tengas en propiedad. Por lo que, si necesitas de un vehículo de empresa (coche, furgoneta, camión, etc.), tendrás que pagar este impuesto a tu ayuntamiento.
La cantidad a pagar se calcula a partir de las características del vehículo (antigüedad, tipo de combustible y potencia), y de las tasas estipuladas por tu municipio.
Pues todos estos de más arriba. Si no sabes por dónde cogerlos, déjate asesorar por un asesor empresarial de TaxScouts. Escoge el Pack Empresas y olvídate del estrés y el papeleo.
Te libramos de (casi) todo el marrón fiscal. Te asignamos un asesor personal que te aconsejará con tu empresa.
Déjanos tu contacto y te mandaremos noticias, recordatorios o algún consejo sobre el tema que más te interese. No te asustes, solo lo haremos de vez en cuando.
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